16 sept 2015

ERASE UNA VEZ...

Érase una  vez una  playa en la  Costa  Este de  Gran Canaria en  la  que  solían  haber olas.
 Aunque  no eran  de  gran  calidad siempre  hicieron  acto de  presencia para deleite de todos sus usuarios. Dicha playa albergaba  una  de  las  comunidades de  surfers más  felices  de cuantas  se  conocen aunque, como  en  todos  los  cuentos, siempre  ha habido  algún  malvado...garbanzos  negros que, ignorantes  de  serlo, ejercen como los  malos de  la peli y que,  al  final, resulta que  no lo son tanto. 

 Aún  así convivíamos  en  paz y  armonía.

Tanta  ausencia  de  olas nos  lleva  a pensar  que quizás ni  érase... ni  había una  vez...ni  comimos  perdices y, mucho  menos,  fuimos  felices.
 Así  que si  tenemos que  llegar  a aquello de...  colorín colorado solo  desear que  este  cuento...no  haya acabado.